Las manos de la gente me dan cosas físicas y otras que no lo son. A mí, las manos de mi padre me dan lámparas que directamente aparecen colgadas en el techo de mi casa, cerveza doble malta “bien fría”, me dice él. Vermú que ha pasado por el barril, o montaditos de anchoa y tomate con el pan bien empapado en aceite. La mano de mi padre me da arrugas, que me dicen que han pasado cosas y que eso, se respeta. La mano de mi padre da abrazos a las cosas que coge, no las agarra, las abraza.
Que pasada! ❤️
Ala QUÉ BONITO