Una pareja elegante La gente sube corriendo las escaleras del metro, pero hay una pareja, de no menos de 70 años, que las baja con calma, cogidos del brazo, fijándose en los escalones. Él va con traje, de ella solo se ve el abrigo largo con capa en la parte de la espalda. De repente la elegancia parece pegada al tiempo, una depende de la otra. Si vas con calma tus movimientos son más acompasados, se ve cómo la ropa se mueve al ritmo para el que fue diseñada, aunque no sería raro que ahora, cuando un diseñador manda caminar a la modelo, le diga que mejor corra, que esquive a gente y que suba escalones de dos en dos, que así es como la gente la usará después. Le dirá que la pasarela no es la calle, que seamos realistas. La pareja elegante seguirá siendo algo raro de ver por el metro. Mientras ellos piensan en llegar con calma al teatro, y quizá hasta coger entradas en taquilla, los demás piensan en que si alguien baja, es que el metro ya está ahí, así que mejor subir corriendo. Qué poco elegante es ser tan prácticos.
Examen de filosofía y una pareja elegante.
Examen de filosofía y una pareja elegante.
Examen de filosofía y una pareja elegante.
Una pareja elegante La gente sube corriendo las escaleras del metro, pero hay una pareja, de no menos de 70 años, que las baja con calma, cogidos del brazo, fijándose en los escalones. Él va con traje, de ella solo se ve el abrigo largo con capa en la parte de la espalda. De repente la elegancia parece pegada al tiempo, una depende de la otra. Si vas con calma tus movimientos son más acompasados, se ve cómo la ropa se mueve al ritmo para el que fue diseñada, aunque no sería raro que ahora, cuando un diseñador manda caminar a la modelo, le diga que mejor corra, que esquive a gente y que suba escalones de dos en dos, que así es como la gente la usará después. Le dirá que la pasarela no es la calle, que seamos realistas. La pareja elegante seguirá siendo algo raro de ver por el metro. Mientras ellos piensan en llegar con calma al teatro, y quizá hasta coger entradas en taquilla, los demás piensan en que si alguien baja, es que el metro ya está ahí, así que mejor subir corriendo. Qué poco elegante es ser tan prácticos.