Varios pensamientos (III)
Otra carta más de cosas que pienso, cosas que no tienen nada que ver, cosas que solo tienen que ver conmigo o con mi cabeza.
Un pensamiento:
El director de la Academia del Cine, en su discurso de la noche de los Goya de hace unos años, dijo: “y por favor, dejemos de llamar pelis a las películas”. Aplaudí a la tele (televisión, perdón) y me propuse que aunque mi vocabulario esté lleno de -itos, -itas y palabras inventadas para que lo que diga no suene “a tanto”, aunque sea a las películas les iba a dar el valor que tienen todas sus letras. Aunque sea, por el trabajo que lleva poder llegar a llamar película a algo.
Otro pensamiento:
Cuando su abuelo le pregunta al niño de 4 años que qué palabras se sabe que empiecen por N, el niño dice “Netflix”.
Otro pensamiento:
Hablar lo que cuesta algo en kilos es de saber comprar, es de hacerse mayor.
Otro:
Dije que nunca volvería a comprar tomates de Mercadona, que no saben, y lo hice. No lo de cumplirlo, lo de comprarlos. Me arrepiento. Nunca volveré a hacerlo. Aún no sé el qué de las dos cosas.
Otro:
Ya nadie espera en las salas de espera. Cuando iba hace años a otro dentista, había ambientazo, revistas nuevas cada semana en la mesita del centro, la tele puesta, la gente hablando. Ahora, no sé si es Madrid o 2024, pero llegas a los sitios con el tiempo clavado, mandando WhatsApp al sitio para avisar que llegas 5 minutos tarde, pero que llegas, o si por el contrario te sobra tiempo, haces tiempo haciendo otra cosa que no te ha dado tiempo a hacer antes porque ibas con prisa. Tendríamos que poner salas de espera para la prisa, a lo mejor así parábamos las personas.
El último:
De mayores hacemos lo que de pequeños no se nos ocurría hacer: sentarnos en una mesa con adultos y comida, y no levantarnos en horas.
A eso me dispongo para el finde.
Feliz fin de semana.