Varios pensamientos (II)
Esta carta te llega en un horario raro, pero lo importante es que te llega 💌
La última carta que mandé hablaba de varios pensamientos. No tenían que ver unos y otros, y estos que mando hoy tampoco tienen nada que ver entre unos y otros, lo único que tienen en común es que salen del mismo lado.
Un pensamiento:
Nunca tendré que volver a hacer deberes de mates. Menos mal.
Otro pensamiento:
En la cocina, mi madre tiene mano y yo tengo ojos. Ella hace y yo la miro, y luego, cuando en la cocina estoy yo sola con mis ojos y mis manos, intento repetir lo que vi.
Otro:
Cuando estás sentada en el tren, y te toca la rodilla la de al lado porque se ha dormido y ha relajado la pose, tanto que su cuerpo no sabe donde acaba su asiento y empieza el tuyo, es entonces, en ese roce de rodilla, cuando se borra sola la barrera de desconocidas a conocidas. Ese lazo dura solo hasta que aparto mi rodilla porque tampoco la conozco tanto como para que se relaje así, ni siquiera sé si se baja donde yo, puede que se quede en Cuenca.
Otro:
Una pena que el colegio se relacione con estudiar y no con aprender. Las clases, que es a lo que vas al colegio, en realidad van de escuchar, entender y aprender. Estudiar no es lo mismo. En las pelis salen alumnos que van de oyentes. Esos a los que no les importa la nota ni tienen que demostrar con exámenes son los que más aprenden. En la vida real, en las universidades reales y en los coles reales, ir de oyentes sería mejor que ir de alumnos.
Otro:
Se lleva el Tabasco, la mortadela bolognesa, la burrata y el kimchi.
El último:
Pasé por un desguace cuando iba el viernes en el tren, y vi coches amontonados. Había uno puesto de lado que se mantenía en equilibrio. Me dio pena, nunca había visto lo triste que es un desguace. ¿En Cars salía un desguace?
Feliz fin de fin de semana.
Lo importante es que me llega en todo su campo semántico y eso me encanta. Feliz semana y a seguir pensando.