Ayer, antes de irme a dormir, y muchas noches antes de irme a dormir, y no solo yo, seguro que muchas más personas tanto ayer como muchas noches además de la de ayer, antes de irse a dormir, esas personas y yo, imaginamos escenas y momentos con personas o cosas que están por pasar, o que nunca pasarán, pero qué bien se está imaginándolos.
A veces son pelis, con su principio, su final y su parte de drama, y otras son fotos.
Me imagino una foto bonita. La luz, el sitio, la gente... todo. Ayer de repente hasta me cambié la ropa de la foto y metí a una persona más dentro del encuadre perfecto. Esa foto quizá exista algún día, es un día en un chiringuito de la playa con amigas, es una foto aparentemente fácil pero conseguir la felicidad de esa foto no es tan fácil. Hay sol, hay pelo aún mojado, hay cerves y hay mar cerca. Del finde pasado tengo fotos muy bonitas en la nieve. Son de esas perfectas. Esas las tengo, me las puedo imaginar si quiero, por por suerte, las tengo.
En mi capítulo favorito de Modern Love, “cuando Cupido es una periodista curiosa”ella, fotógrafa y periodista, le dice a él: “Esos son los días que bombardean mi memoria. Los días que me dejé la cámara en casa”
Todo lo que pensamos mucha veces no ha pasado, no existe, son recuerdos que están por hacerse, como me dice Silvia muchas veces hablando de lo que vendrá.
Mente es de mentirosa, nos decía ayer Esther. Y tiene razón. Mis amigas son unas sabias.
Voy a pasarme el sábado imaginando fotos bonitas y haciendo algunas realidad, aunque me deje la cámara en casa (o el móvil en el bolso).
Feliz fin de semana.
Cómo me gusta todo lo que escribes. Eres única. Mua