Un sábado por la mañana, por la tarde o por la noche, con todo lo que tiene un sábado, con todo lo que puedes hacer un sábado, y ya solo sabiendo que es sábado, es fácil sentirse feliz. Ahora mismo todos y todas, haciendo las cosas del sábado por la mañana, o incluso con una resaca de sábado por la mañana, ves que te queda finde, que todo bien, que tienes tiempo para que se te pase y hacer más cosas de finde, que toca sándwich mixto o pincho de tortilla o tostadas bien preparadas. Que puedes charrar largo mientras, y que te apetece porque no es temprano, vas sin prisa y la mala leche mañanera parece que en finde desaparece.
Un sábado es muy fácil sentir que todo va bien. Y es normal, y es genial por lo sencillo que es.
Hablaba un día en el banquito de Pastora con Alba, otro día en la terraza de cerca de casa con Esther, y otro día en el sofá de casa de Lau, que triunfar es ser feliz un domingo por la tarde. Y aunque Forbes no haga una lista con esa gente, llegar a eso es haber conseguido mucho. Que te guste lo que viene el lunes, que estés a gusto el domingo, que lo que te da vidilla no se acabe el finde es una suerte.
Lo fácil es ser feliz un sábado. Lo difícil es seguir así la noche del domingo. No sé cómo de normal es que eso pase, pero que para mí o para algunas eso ya sea lo normal, me parece haber conseguido bastante por ahora.
Feliz fin de semana y feliz domingo por la tarde cuando llegue.
So good
Ojalá la ansiedad semanal me diese una tregua el sábado