En la rotonda de Bilbao
No sé a dónde iban Alvarito y Antonio, pero los llevaba delante cuando iba para casa el jueves. Que sí mira Antonio lo que tenemos que hacer tú y yo es irnos a Australia. Un año. A aprender inglés. Lo que aprendes aquí con tus clases en un año, son 3 meses allí. Antonio le iba a interrumpir para decirle algo, pero el amigo no le dejó y siguió como si supiese qué iba a decir, mientras le daba golpecitos en el hombro: Eh, con una mano delante y otra detrás, es una aventura. Tu y yo ahí mano a mano, y el trabajo a la vuelta ya se verá, pero a Australia hay que irse. Más golpecitos en el hombro mientras le seguía diciendo que el surf, que ellos surferos, que ya a la vuelta verían.
Alvarito, con una bolsa de Cartier en la mano, parecía muy tranquilo con la idea de irse a Australia. Se pararon en un semáforo, yo seguí recto.
Feliz fin de semana.