Me pidió Pablo que le dijera un tema, que le dijera un tema y él haría en base a eso sus dibujos de ese domingo. Le respondí al medio segundo que ya lo tenía porque estaba unitema: mudanza. Le pareció perfecto, cajas. Cajas, paredes, plantas, manos, ayudas. Resumió una mudanza en dibujos y mensajes que podéis ver si pincháis aquí, y yo hice capturas de todo para recordar lo bien que me estaba ayudando Pablo con la mudanza a 1777 km de distancia.
En casa ha encantado la mano que nos echó Pablo haciendo esos dibujos, ya se siguen en Instagram. El viernes Pablo vino de Ámsterdam para vernos, para contarnos que va a competir en las Olimpiadas Nacionales de Ámsterdam de Salto de Trampolín y para darme su primer original. Un mini caballete con un mini lienzo con un mini dibujo de los suyos. Una persona que se toma tan en serio el salto de trampolín solo puede hacer cosas guays.
En los dibujos de mudanza de Pablo hay varios personajes, pero hay uno que vino después, y que, aunque en los dibujos no esté, sí lo meto como personaje de la mudanza: el chatarrero. El gerente del edificio me avisó de que vendría un chatarrero a llevarse las cosas que ya no quisiéramos. Según de qué temas hables, hay cosas que se dicen sin segundas como “irán a llevarse las cosas que ya no queráis”, pero que de repente tienen muchísimo significado y tienes que pensar bien qué decirle al chatarrero. Se llevó todo lo que había, hasta lo que dijimos que sí queríamos (el tendedero). Se lo llevó todo pero nos dejó las sillas plegables. Quería que viniera gente a comer a casa, pero no que pusiéramos lavadoras.
Es una buena lectura, pero ahora tendemos en la ducha hasta que llegue el tendedero nuevo, que está sufriendo retrasos desde que no lo cogimos el día 1 porque teníamos que encontrar el tendedero perfecto, y una vez encontrado uno que no lo era pero sí cumplía perfectamente su función: colgar ropa que necesitábamos lavar, se retrasa pidiendo disculpas y un reembolso el día 19 si para esa fecha no nos llega. El chatarrero era sabio, al irse de casa me dijo “Ya está! Que seas muy feliz” sin tendedero.
Feliz fin de fin de semana, no pongáis lavadoras, desplegad las pillas.
Sabio el chatarrero, las sillas para los buenos amigos siempre son necesarias y para tender agudizar el ingenio es divertido.