Estoy viendo que el verano en Madrid funciona así: una semana de ola de calor, una semana de respirar, y otra semana de calor loco. Ahora estamos en la de calor calor calor, y eso tiene una consecuencia directa: mi economía va flechita para abajo.
A los que Diosito no nos bendijo con un aire acondicionado en el piso, nos apañamos con ventiladores que reparten el mismo aire calentorro que entra por la ventana. Así que sales a la calle por no estar en casa pero vuelves a casa por no estar en la calle. Y en el camino descubres... las tiendas. Con su aire y sus cosas para comprar. Cuantas más mires, más tiempo estás en la tienda. Cuantas más tiendas, más airecito fresco.
No le quité la etiqueta a nada así que mi economía se ha vuelto a recuperar, pero he descubierto otra forma de no tener calor (yo y bastante gente más). Iba para casa y escuchaba a una pareja en la taquilla del Proyecciones: “Entradas para alguna película para ahora? La que sea”.
El aire acondicionado. Próximamente en los mejores cines.
Feliz fin de semana.
Jajaja y yo recomendándote el autocine